El Museo anexo al Opificio delle Pietre Dure, hoy centro especializado en restauración, es la derivación directa de la Manifattura di corte, fundada oficialmente en 1588 por Ferdinando I de’ Medici, donde se realizaba el trabajo en piedras duras. La fisonomía del Museo, fundado en 1882, no responde a una voluntad coleccionista específica, sino que refleja la vida y el desarrollo de la actividad productiva secular. Las creaciones más prestigiosas, a menudo ofrecidas como obsequio por los grandes duques florentinos, se conservan hoy en residencias reales y museos de toda Europa, mientras que en los talleres del museo permanecen obras inacabadas, piezas modificadas o desmontadas con el tiempo y lo que sobrevivió a las dispersiones del siglo XIX. La colección, que incluye piezas de gran encanto y refinamiento, es suficiente para delinear el desarrollo histórico de la manufactura a lo largo de tres siglos. También se conserva un importante conjunto de mármoles antiguos y piedras duras. El Museo fue renovado en 1995 bajo el proyecto de Adolfo Natalini. La reorganización de la colección, a cargo de Anna Maria Giusti, sigue un criterio temático: en las salas obtenidas del gran salón se documentan las producciones del período granducal mediceo y lorense, mientras que en las salas decimonónicas se exponen las de la época postunitaria. El entresuelo del salón está dedicado a las técnicas de elaboración: desde la rica muestra lapídea, hasta los bancos de trabajo, herramientas y la explicación didáctica de las fases de producción de tarsias y tallas. De este modo, es posible reconstruir el proceso completo, desde la concepción de la obra hasta su finalización, y descubrir los mecanismos internos de un fascinante capítulo del arte florentino.